miércoles, 9 de febrero de 2011

La educación del consumidor

Cada vez que miro a mi alrededor termino por aceptar, un poquito más, en cada una de estas observaciones, que nos ha tocado vivir en una de las sociedades con el índice más exagerado de  consumo y despilfarro.

El consumo masivo sin control ha dado lugar al puro consumismo y por consiguiente a ésta, nuestra estupenda sociedad de consumo puro y duro.

Da igual que tu televisor esté funcionando estupendamente, si está pasado de moda hay que sustituirlo por uno más moderno o incluso mejor, mucho mejor que el que se ha comprado el vecino, porque al fin y al cabo "no puede ser más que yo". Y este ejemplo se puede aplicar a todo aquello que se desea adquirir, aunque no se necesite.

Si indagamos un poquito más en la propia terminología, Consumo viene del latín cosumere que significa gastar o destruir siendo la definición de consumo la acción y efecto de consumir o gastar, bien sean productos, y otros géneros de vida efímera, o bienes y servicios, como la energía, entendiendo por consumir como el hecho de utilizar estos productos y servicios para satisfacer necesidades primarias y secundarias.

Pero no todos aceptamos sin más esta clase de vida, hay alguien que incluso la estudia, la analiza y trata de encontrar las causas que la provocan, y lo hace desde los diferentes estratos en las que se puede observar como es desde la escuela, la casa, la familia y por supuesto desde la misma sociedad contaminada.
Ese alguien es Salvador Berlanga Quintero, doctor en pedagogía y que desde hace años preside la asociación que da vida al Museo de la Escuela Rural ubicado en Alcorisa, municipio perteneciente a la provincia Teruel.
Tengo el placer de conocer personalmente a Salvador Berlanga y sé que estoy hablando de una persona activamente involucrada, como su trayectoria profesional así lo indica, en el progreso de la educación, cosa que se podrá comprobar en su último (de momento) trabajo que lleva por título "La educación del consumidor en el aula, en la familia y en la sociedad", porque al fin y al cabo educar es la base para combatir.

El libro está a la venta desde el pasado mes de Diciembre, a continuación les dejo la introducción que Mira Editores,la distribuidora oficial, hace de esta obra.

La finalidad de la educación del consumidor no es convertir a los estudiantes en hábiles compradores, sino conseguir ciudadanos coherentes que reflexionan seriamente sobre las decisiones que toman y sobre las consecuencias de sus actos de consumo en ellos mismos, en otras personas y en su entorno social y natural.

Ciertamente, preparar a nuestros hijos para no ser esclavos de nada constituye un reto necesario y complejo que debe abordarse desde todos los ámbitos porque el consumismo impone un gran estrés en las relaciones, sufren desorientación y entienden la libertad como experimentar de todo o tener de todo. Indudablemente, los jóvenes de hoy cuentan con grandes virtudes y son particularmente receptivos a los mensajes positivos de quienes velan por su crecimiento físico, afectivo e intelectual, pero constituyen, quizás, el sector de la población más vulnerable ante la sociedad de mercado.

Salvador Berlanga examina el papel que debe asumir la escuela para actuar en este nuevo escenario de carácter planetario. Para ello, se muestra la necesidad de ampliar el concepto de educación para la responsabilidad desde múltiples enfoques (social, económico, ecológico, ético, cultural y emocional).

Espero que disfruten de esta lectura y a ti, amigo Berlanga, sólo desearte las mejor de las suertes y que puestos a consumir, que se consuma tu obra.

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