viernes, 11 de septiembre de 2009
El futuro descubridor de América nació en la ciudad italiana de Génova... o en algún lugar de la corona de Aragón o en Grecia, o en Francia, o en Logroño o en cualquier otro sitio.(Incluso hasta puede que en Barcelona).
No se sabe a ciencia cierta donde nació, ni cuál era su nombre, y durante mucho tiempo él no supo lo que había descubierto. Todo un mar de enigmas.
Parece ser que era hijo de una familia de tejedores y que trabajó como grumete, pero la memoria le falló con la edad y afirmaba descender de un ilustre linaje de marinos italianos, con escudo de armas y todo.
Como estaba ocupado en navegar, no tuvo tiempo para desmentir chismes que lo identificaban con un hijo bastardo de Carlos de Aragón, príncipe de Viana, o con un judío ibicenco. Él iba a lo suyo, a descubrir continentes.
Colón, el hombre de las mil caras, tuvo otros tantos nombres. Su padre italiano lo llamaba Cristoforo Colombo, aunque el cura lo bautizó como Christophorus Colombus, que para eso el latín era la lengua de la Iglesia. Mientras recorría Europa, fue cambiando de nombre: Christophe Colomb, para los franceses, Cristóvao Colombo para los portugueses, y así hasta llegar a Castilla, donde la cosa se complicó. Le llamaron Cristóbal Colón, pero los catalanes, que lo tomaron por paisano, decían que se llamaba Critofor Colom, Joan Cristofor Colom de Montrós, Cristofor Colom de Tarroja y unos cuantos nombres más.
Nunca se supo su nombre como tampoco se supo qué hicieron con sus huesos. Su cuerpo fue enterrado en Sevilla, donde debieran estar sus restos, si no se equivocaron de paquete en algunas de las entregas hechas en los siglos siguientes, cuando hicieron el circuito Sevilla-Santo Domingo-La Habana-Sevilla.
Fuente: Historia y Vida- Natacha Díaz
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