domingo, 14 de marzo de 2010

Desaparición a orillas del Lago Anjikuni

El misterio de la desaparición del poblado esquimal a orillas del Lago Anjikuni es uno de los misterios más extraños que se conocen, aunque debido a los años en los que sucedió tampoco se le ha dado mucho bombo y platillo.

Nunca se han descubierto las causas por las que desaparecieron más de 1.200 habitantes e incluso los muertos de sus tumbas.

Un buen día se desvanercieron sin dejar rastro.

Este misterio comenzó en el año 1930, cuando un cazador, Arnand Laurent y sus dos hijos, vieron un destello muy extraño que cruzaba el cielo septentrional de Canadá.

Según declaró Laurent, la luz cambiaba de forma instantánea pasando de ser cilíndrica a ovalada.

Unos días después, dos miembros de la policía montada se pararon en la cabaña de Laurent, iban camino del lago Anjikuni y decidieron pararse para resguardarse un poco del frío. Uno de ellos explicó que en el lago había "algo así como un problema".

Le preguntaron a Laurent que si la luz que había visto se dirigía hacia el lago, y éste respondió que sí.

Los policías no quisieron hacer más comentarios y Laurent no volvió a ser interrogado durante años.

Otro cazador, Joe Labelle, iba con sus raquetas de nieve hacia el pueblo junto al lago Anjikuni, cuando se sintió muy agobiado por una extraña sensación de pavor. Aquel sitio normalmente era un nucleo rural muy ruidoso, ya que vivían unas mil doscientas personas. Joe ese día esperaba como siempre, escuchar a los perros de los trineos, que normalmente le ladraban cuando lo escuchaban llegar, pero todo estaba en silencio, no había nadie y tampoco salía humo de ninguna chimenea.

Cuando el cazador pasó por la orilla del lago, vio que los kayaks y botes estaban amarrados en la orilla. Se fue de puerta en puerta llamando a los habitantes y nadie le contestaba. Incluso los rifles seguían apoyados en las puertas, algo que no era normal, porque un esquimal siempre sale con su rifle.

¿Dónde estaba toda esa gente?¿Cómo podían desaparecer tantas personas? Ni rastro de los hombres, mujeres, niños y animales que habían vivido allí.

En el interior de las cabañas, las ollas de caribú guisado estaban mohosas, seguían sobre los fogones apagados, parecía que estaban allí desde hacía bastante tiempo.

Vio otros objetos, como un anorak que se lo habían dejado a medio remendar y dos agujas de hueso junto a él.

El cazador no encontró señales de violencia, pero tampoco cuerpos, ya fueran vivos o muertos.

La sensación que daba era de que algún día, al parecer a la hora del almuerzo, se interrumpió la vida de aquel poblado, parecía que se hubieran desvanecido ya que no habían recogido nada, como si la vida se les hubiera parado en seco.

Joe se fue a la oficina de telégrafos y transmitió un informe al cuartel general de la Real Policía Montada de Canadá.

Los oficiales que habían disponibles fueron enviados a la zona del lago Anjikuni. Cuando llegaron comenzaron a buscar y unas pocas horas después vieron a los perros de los trineos, que se encontraban perdidos. Estaban atados a los árboles cerca del pueblo y los cuerpos bajo una capa de nieve, se habían muerto de frío y hambre.

Cuando fueron al cementerio, lo que descubrieron fue más escalofriante. Las tumbas estaban abiertas, alguien se había llevado los cadáveres.

El enigma sigue, han nacido varias teorías de lo que podía haber pasado, pero no tienen lógica ni fundamento.

Muchos pensaron que fue un ataque de ira o de coraje del demonio que quería conseguir almas, así que se llevó tanto a vivos como a muertos. Esta teoría era muy creída en aquella época, ya que no había ninguna huella que demostrara o diera alguna muestra de indicios de que habían salido de allí a pie o en algún transporte especial.

La más hablada era la del OVNI, que se los hubieran llevado por los aires, pero incluso esta teoría llevaba a otro enigma o misterio todavía mayor, ¿habría una nave tan grande como para que se llevara a más de un millar de personas?, si la había ¿tan grande podía ser?

El misterio continúa hasta ahora, ya que aquellos habitantes no podían irse fácilmente, no habían medios de transporte, tampoco se encontraron huellas ni indicios que dieran a entender que se habían marchado.

La Real Policía Montada de Canadá siguió investigando y buscando a nivel nacional, así durante muchos años, nunca han podido resolverlo.

Lo que acaban de leer es una falsa historia que durante muchos años circuló por Internet e hizo que muchas personas la contaran como real. La creó un científico llamado Frank Edwards en su libro Stranger than Science-
Esta historia es, como bien pueden observar, el ejemplo claro de que no todo lo que en la red aparece es cierto, y que siempre hay que tratar de investigar toda la información que nos llega (o casi toda)
Les dejo la nota de la policía montada de Canada , donde niegan la veracidad de la noticia.
Pincha aquí

2 comentarios:

cristian laville dijo...

Esto se trató de una historia publicada en el libro "Stranger Than Science" (1959)de Frank Edwards. ( http://en.wikipedia.org/wiki/Frank_Edwards_(writer_and_broadcaster )
( http://www.amazon.com/Stranger-Than-Science-Frank-Edwards/dp/B000HUBXWC )
Que sacada de contexto y publicada en algún diario, se confundiría con una verdadera historia.
Se trata por lo tanto de una historia falsa.
Version oficial de la Royal Canadian Mounted Police: http://www.rcmp-grc.gc.ca/hist/anjikuni-eng.htm

Natacha Díaz dijo...

Exacto Cristian, fíjate que recalco que no todo lo que aparece en la red es real.Incluso hago constar en el último párrafo que fue idea de F.Edwards) Hay que informarse muchísimo, porque he visto en muchas páginas en la red, que la gente cree fervientemente este bulo. De hecho si pinchas el enlace (donde dice Pincha aquí en color marrón, a pie de página) te lleva directamente a la página oficial de la policía montada de Canadá donde desmienten totalmente esa falsa noticia.
Lo que no tengo claro es si fue un experimento de dicho doctor para dejar claro que somos proclives a dar por hecho datos que no lo son sin tratar de conocer la veracidad de antemano.
Gracias por tu comentario.
Saludos roedores

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