miércoles, 5 de mayo de 2010

¿Quién era Demetrious Myicura?

En fecha tan reciente como 1973, y en un escenario absolutamente insólito para tales manifestaciones, el temor atávico al vampiro provocó la muerte de un hombre.

El hecho sucedió en Stoke-on-Trent (Staffordshire, Inglaterra) en el corazón del «distrito de las cerámicas», una localidad en otro tiempo pródiga en actividades comerciales y escándalos de nuevos ricos, pero que actualmente se distingue tan sólo por una grandeza decadente y una sensación de inútil despilfarro. Por consiguiente, la hilera de lóbregas casas de estilo gótico, conocidas como «The Villas», no parece fuera de lugar en este paisaje melancólico. Pero lo que sucedió en la casa número 3 no puede considerarse en absoluto como un hecho natural.

Demetrious Myicura murió allí en circunstancias tan extrañas como espeluznantes. Poco se sabía acerca del difunto, excepto que era un inmigrante polaco que había llegado a aquella región 25 años antes, y que desde entonces había trabajado allí.

Un buen día no compareció en su puesto de trabajo, y nadie le vio durante varios días; preocupados, los vecinos avisaron a la policía. John Pye, un policía joven e inteligente, realizó una investigación. Al parecer, Myicura sentía una extraña aversión a la electricidad, ya que en su habitación habían sido eliminadas todas las bombillas. Utilizando su linterna de bolsillo, John Pye examinó el lugar. En el suelo había periódicos esparcidos por doquier, así como una vieja sartén debajo de la cama en la que yacía el muerto, semicubierto por un montón de ropas viejas y mantas deshilachadas. Completamente vestido, con una mano debajo de la cabeza y la otra reposando sobre su cintura, daba toda la impresión de estar durmiendo, excepto por el hecho de que su boca estaba completamente abierta, lo que confería a su rostro una expresión de horror.

Circunstancias Sospechosas

El informe del forense indicó que el hombre se había asfixiado al atragantarse con una cebolla en vinagreta. Por otra parte, no tiene nada de raro que la policía y los vecinos encuentren muertas a personas solitarias, algo excéntricas, que viven en un ambiente misérrimo. El incidente hubiera podido pasar prácticamente desapercibido de no haber intrigado a John Pye un par de detalles en aquella habitación caótica, detalles que ni siquiera valía la pena mencionar en los primeros momentos, porque no parecían guardar relación alguna con el fallecimiento del desdichado.

En primer lugar, la habitación había sido generosamente espolvoreada de sal. Entre las piernas de Myicura había una bolsa llena de este producto, y otra detrás de su nuca. Había también sal mezclada con orina en varios recipientes distribuidos por toda la habitación y un cuenco colocado boca abajo sobre la repisa de la ventana ocultaba una mezcla de excrementos… y ajo.

Estos curiosos y desagradables detalles recordaron a Pye algo que había oído o leído en alguna parte, y de pronto se le ocurrió lo que podían significar. Fue a la biblioteca y consultó La historia natural del vampiro de Anthony Master (1972). Sus sospechas se vieron confirmadas: la sal, la orina y el ajo constituían los elementos de un ritual antiquísimo para protegerse contra los vampiros.

Persuadió al juez de instrucción para que se examinara de nuevo la «cebolla en vinagreta», y resultó que, como John Pye había sospechado, se trataba en realidad de un diente de ajo. Myicura debía de haber sufrido terribles agonías de horror en su habitación, tan aterrorizado por los vampiros que llegaba incluso a dormir con un diente de ajo en la boca, y fue este «dispositivo protector» lo que finalmente le causó la muerte por asfixia.


Fuente: Mundo Paranormal

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