domingo, 31 de octubre de 2010
Me gustaría empezar la narrativa de este post indicando que, afortunadamente, la persona que me lo hizo llegar es, ante todo, una de las personas cuyo testimonio, ya sea por su experiencia en la vida, como por su veracidad, es digno de ser creído, y no sólo por la razón de que ella lo haya rescatado de un libro, el cual todavía conserva, sino porque por la época en que lo tocó vivir era por así decirlo, una biblia, cierto es, afortunadamente, que Anna, tenía y tiene aún las cosas bien claritas. Así que por ella y por todas las mujeres que no tuvieron otra opción ( e inclusive hoy ni siquiera gozan de ningún tipo de diferencia), va este artículo, desde el más profundo de los respetos y comprensión.
Aquellos maravillosos años:
Extracto de un libro sobre Economía del Hogar, editado en 1958.
Coloca una cinta en tu cabello. Hazte un poco más interesante para él..
Su duro día de trabajo quizá necesite de un poco de ánimo, y uno de tus deberes es proporcionárselo. Durante los días más fríos deberías preparar y encender un fuego en la chimenea para que él se relaje frente a él. Después de todo, preocuparse por su comodidad te proporcionará una satisfacción personal inmensa. Minimiza cualquier ruido. En el momento de su llegada, elimina zumbidos de lavadora o aspirador.
Salúdale con una cálida sonrisa y demuéstrale tu deseo por complacerle. Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos. Nunca te quejes si llega tarde, o si sale a cenar o a otros lugares de diversión sin ti.
Su duro día de trabajo quizá necesite de un poco de ánimo, y uno de tus deberes es proporcionárselo. Durante los días más fríos deberías preparar y encender un fuego en la chimenea para que él se relaje frente a él. Después de todo, preocuparse por su comodidad te proporcionará una satisfacción personal inmensa. Minimiza cualquier ruido. En el momento de su llegada, elimina zumbidos de lavadora o aspirador.
Salúdale con una cálida sonrisa y demuéstrale tu deseo por complacerle. Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos. Nunca te quejes si llega tarde, o si sale a cenar o a otros lugares de diversión sin ti.
Intenta, en cambio, comprender su mundo de tensión y estrés, y sus necesidades
reales. Haz que se sienta a gusto, que repose en un sillón cómodo, o que se acueste en la recámara. Ten preparada una bebida fría o caliente para él. No le pidas explicaciones acerca de sus acciones o cuestiones su juicio o integridad.
Recuerda que es el amo de la casa. Anima a tu marido a poner en práctica sus aficiones e intereses y
reales. Haz que se sienta a gusto, que repose en un sillón cómodo, o que se acueste en la recámara. Ten preparada una bebida fría o caliente para él. No le pidas explicaciones acerca de sus acciones o cuestiones su juicio o integridad.
Recuerda que es el amo de la casa. Anima a tu marido a poner en práctica sus aficiones e intereses y
sírvete de apoyo sin ser excesivamente insistente. Si tú tienes alguna afición, intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los hombres. Al final de la tarde, limpia la casa para que esté limpia de nuevo en la mañana. Prevé las necesidades que tendrá a la hora del desayuno. El desayuno es vital para tu marido si debe enfrentarse al mundo interior con talante positivo.
Una vez que ambos os hayáis retirado a la habitación, prepárate para la cama lo antes posible, teniendo en cuenta que, aunque la higiene Femenina es de máxima
importancia, tu marido no quiere esperar para ir al baño. Recuerda que debes tener un aspecto inmejorable a la hora de ir a la cama... si debes aplicarte crema facial o rulos para el cabello, espera hasta que él esté dormido, ya que eso podría resultar chocante para un hombre a última hora de la noche.
En cuanto respecta a la posibilidad de relaciones íntimas con tu marido, es importante recordar tus obligaciones matrimoniales: si él siente la necesidad de dormir, que sea así; no le presiones o estimules la intimidad.
Si tu marido sugiere la unión, entonces accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer. Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido experimentar. Si tu marido te pidiera prácticas sexuales inusuales, sé obediente y no te quejes. Es probable que tu marido caiga entonces en un sueño profundo, así que acomódate la ropa, refréscate y aplícate crema facial para la noche y tus productos para el cabello. Puedes entonces ajustar el despertador para levantarte un poco antes que él por la mañana. Esto te permitirá tener lista una taza de té para cuando despierte...
Es decir cielo, no vivas para que viva el.
Anna, gracias por el dato.
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2 comentarios:
Querida amiga:
He respirado no 3, sino 20 respiraciones muy profundas, no te digo más.
Voy a mirarlo por el lado positivo.,¿ ahí alguno?
Ja,ja,ja. Por lo menos tu respiraste coño!!!!! porque yo creo que quedé en apnea durante un rato.
Bueno eso nos ayuda a plantearnos que hasta hace 2 días así funcionaba este país, y aún hoy por hoy seguro que encontramos esta tendencia en muchas casas. Por eso cuando nos decidamos a criticar a otras culturas por actuaciones machistas deberíamos de pensar más en que "ayer" hacíamos lo mismo. Lo único positivo es que ya no es tanta mayoría.
Besos amiga mía.
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