lunes, 25 de octubre de 2010

Los sevillanos y la mezquita islámica.

Cuando leí por primera vez esta noticia, gracias al envío de información por parte de una amiga, quedé atónita entre la incredulidad y lo alucinante de la historia, ya sea por invención (tenemos muchísima) o por la genialidad.
El hecho de que el colectivo islámico pretenda que se les concedan los terrenos y la mitad de la pasta por parte del gobierno español para que puedan realizar una mezquita, a mi, personalmente me parece un abuso.
Quiero dejar claro que no me parece mal, ni mucho menos, que un sector de la población se encuentre bien siendo parte de una secta. A mi  plim, hace años que dejé de pertenecer a la secta católica. Lo que ya no me parece tan bien es que la necesidad haga que la gente marche en pos de una mejora en su calidad de vida a otros países y que luego exija a estos países que gasten un dinero público, que se hace público para la mejora de todos, ara la realización de una mezquita.
Por supuesto que no veo mal que te reúnas con cuatro coleguitas que practiquen la misma "afición" que tú para que puedas rezar a gusto. Incluso creo que en caso de que existiera ese Dios, la verdad, le iba a sudar la sotana en donde decidas hablar con el. Me parece que le jodería, incluso, que se gastaran muchos dineros en fundar templos, mientras la gente se muere de hambre.
Pero creo, que con todas las necesidades reales que tiene este país, justamente en este momento, el hecho de que vengas a exigir fondos y terrenos para que se funde una mezquita, no sé, me parece un tanto jocoso.
Con exigencias, nos hubiesen quemado todas las iglesias católicas en cualquier país musulmán ( si es que hay alguna, porque está prohibido la construcción de estos templos católicos)
El post que les relato a continuación es una mezcla de protesta pacífica, eso sí llena de mucho ingenio, y sin costar
la vida de ningún ser vivo, bueno, a decir verdad si que costó la vida a uno.

En Sevilla, el Ayuntamiento ha aceptado la cesión de un solar del barrio de
San Jerónimo a un grupo de musulmanes. El solar pertenece a la empresa Azagra y es donde está prevista la construcción de una mezquita islámicaOtro grupo de habitantes españoles, no deseando esa mezquita en su proximidad ha encontrado una solución genial: en el centro del solar han enterrado un cochinillo y lo han hecho saber públicamente.
 

La ley islámica no permite la construcción de una mezquita en terrenos ultrajados por cerdos; los musulmanes han tenido que renunciar.
(Aunque aquí quiero añadir que, la ley islámica prohíbe solamente el consumo del cerdo o alimentos derivados de el, pero no estoy tan segura de que no puedan manipularlo).
Ya los israelitas han utilizado esta estrategia desde 2004... Han puesto en todos los autobuses de Israel una caja conteniendo grasa de cerdo y lo han hecho saber; si un kamikaze se hace saltar en un autobús, tiene el riesgo de tener grasa 
de cerdo sobre su cuerpo y así no podrá acceder al Paraíso....ya no hay más kamikazes en los autobuses de Israel (No sé si realmente es desde el año 2004 que está práctica está en uso, lo que sí es cierto es que desde hace un tiempo, parece ser que ya no es el ataque por excelencia)

0 comentarios:

Publicar un comentario