domingo, 23 de mayo de 2010
Antes de empezar a leer este post, se debería entender que no pretendo decir que es lo correcto o no, que es lo que se debe hacer o no, pero si crear un poquito de luz en algo que, desgraciadamente nos quieren oscurecer, porque a veces es mejor meter todo dentro del mismo saco que dar explicaciones del porque de cada cosa. Luego de saber de lo que estamos hablando cada uno puede tomar una determinación.
El burka, el chador, el nicab y el litam, las diferentes formas de velo según el país y la consiguiente interpretación de las ramas del islam, marcan una diferencia notable, tanto culturalmente como socialmente, así, por ejemplo, antes de opinar deberíamos saber que el velo está muy arraigado desde un punto de vista histórico y religioso; es un mandato reflejado en El Corán y Los Hadices (dichos del profeta). En el mundo árabe preislámico la mujer “libre” se diferenciaba de la esclava por llevar velo. Y recordemos que hasta las madres de la plaza de Mayo hacen lo mismo hoy en día, se diferencian por llevar todas pañuelos blancos.
El derecho a la educación debe primar sobre si lleva o no pañuelo. Ante la inoperatividad de las administraciones permitiendo decidir a cada centro, lo único que se genera son focos de intolerancia, incomprensión y segregación. Al final en los centros concertados cristianos no habrá pañuelo y las jóvenes que lo quieran llevar acabaran en los públicos. Una forma más de los colegios religiosos de evitar la matriculación de minorías o personas diferentes a sus creencias, cuestión inadmisible cuando se financian con dinero público y más aun en un estado de derecho, y todavía, más si cabe, cuando la imagen que a todos nos viene a la cabeza cuando visualizamos a una monja, es a una señora vestida de pinguino, con una especie de trapo en su testa.
El hecho de que las mujeres oculten o no su pelo, no puede poner en riesgo el ejercicio de sus derechos. Más aún tratándose del derecho a la educación, al acceso a la escuela pública, elementos fundamentales para la toma de conciencia de las mujeres, para que puedan decidir usando su libre albedrío si llevar o no el hiyad, yo no me estoy refiriendo a ir tapadas como si tuvieramos que avergonzarnos de existir, sólo me estoy refiriendo al pañuelo, algo que si no perdiéramos tan rápidamente nuestra memoria histórica, las mujeres de este país usábamos hace nada más que 50 años atrás., eso sí, hoy en día la mujer islámica puede usarlo con pantalón vaquero y hace esos años en España con vestido, o falda (por debajo de las rodillas) blusa, rebeca, medias y calcetines oscuros .Desde la intolerancia y el prohibicionismo sólo se consigue dar argumentos a las interpretaciones de una y otra religión. Nuestra sociedad es multicultural, multiracial, y dicha realidad ha de ser parte de nuestro sistema educativo y germen de un mundo mejor.
Yo estoy en contra, pero muy en contra del uso del velo, del pañuelo, del burka, de los cánones de belleza occidentales, de los corsés, de los atuendos de las monjas, que son mucho más que un pañuelo (pero "ojito conmigo" avalado por esa iglesia católica tan podrida desde dentro) y de un sinfín de elementos que someten a las mujeres, y que pueden encontrarse a lo largo y ancho del planeta, y ¿cúal es mi humilde solución a esto?,pues simplemente que en ningún centro donde se imparte una educación, aparezcan íconos que determinen a ninguna religión. Digo yo que "muerto el perro, se acabará la rabia",¿o no?.
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1 comentarios:
Que razon tienes, cada uno es libre de ponerse lo que quiera, aunque estemos en contra de algunas tradiciones y sobre todo del fanatismo.Besazos......Isabel.
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